El salario mínimo y su efecto sobre el desempleo.
8 enero 2013 | Categorías: Nacional, Opinión | |
Juan Torres – Consejo Científico de ATTAC España
Un artículo que acaba de aparecer en el Boletín Económico del Banco de
España (Una estimación del impacto de las variaciones del salario mínimo
sobre el empleo) ha sido rápidamente utilizado por los medios de
comunicación para criticar y combatir cualquier subida del salario
mínimo español. Justo cuando el Gobierno se disponía a aumentarlo un
0,6%, aparece el artículo y se utiliza para hacer ver que el Banco de
España se opone a la medida por sus efectos muy negativos. TVE decía en
su página web “El Banco de España: la subida del salario mínimo puede
destruir empleo entre jóvenes y mujeres” y la agencia Europa Press lo
difundía más o menos igual: “El Banco de España avisa de que el
incremento del SMI puede acarrear mayor destrucción de empleo”.
Se trata de otro engaño más a los españoles del Banco de España. Se
torturan los datos convenientemente para poder llegar a la conclusión
que casa con los principios ideológicos de partida y se termina
proponiendo justamente lo que conviene a los grandes poderes económicos y
financieros. En este caso, el mantenimiento del salario mínimo en un
nivel que hace dos años fue considerado por el Consejo de Europa como
“injusto e insuficiente”.
Incluso el sentido común más
elemental ya permite poner en cuestión la afirmación del Banco. ¿Cómo se
puede creer que una subida del 0,6% pueda ser determinante del empleo
que lleven a cabo las empresas en un país con más de cinco millones de
desempleados y en donde el salario mínimo es de 645,30 euros mensuales,
uno de los más bajos de Europa? ¿No será más bien al revés, que los
salarios tan bajos son los que generan demanda interna insuficiente para
la inmensa mayoría de las empresas españolas? ¿Es solo una casualidad
insignificante para el Banco de España que uno de los países con
salarios más bajos y el único de la OCDE en donde han bajado en términos
reales sea el que tiene más paro?
El sectarismo ideológico
que motiva los pronunciamientos neoliberales del Banco de España y de la
mayoría de los economistas que trabajan allí les impide comprobar que
el efecto de los salarios mínimos en la teoría económica es una de las
cuestiones más controvertidas y que no se puede mantener como
inequívocamente cierto que su subida tenga un efecto negativo en el
empleo, tal y como se quiere trasladar a la opinión pública. Es más, hay
quizá mayores evidencias de todo lo contrario.
Para poder
demostrar que el salario mínimo más elevado supone en cualquier caso una
rémora para crear empleo hay que adoptar una hipótesis de partida que
es completamente irrealista: que los mercados funcionan como si fuesen
de competencia perfecta (en realidad, incluso así se puede refutar esas
conclusión, pero no puedo entrar en este texto breve sobre este asunto
más complicado). Fuera de esa irreal condición, el efecto de salarios
mínimos más elevados es muy dudoso, e incluso puede ser considerado como
positivo para el empleo en muchas condiciones, y en mayor medida en
situaciones de recesión como la actual.
En 2007, 650
prestigiosos economistas estadounidenses, entre ellos cinco Premios
Nobel, firmaron un documento reclamando subidas del salario mínimo,
defendiendo que eso apenas tendría efectos negativos sobre el empleo y
que, por el contrario, permitiría aumentar el bienestar de los
trabajadores con bajo salario. (Hundreds of Economists Say Raise the
Minimum Wage).
Los profesores Andrajit Dube, T. William y
Michael Reich publicaron en 2010 los resultados de una investigación en
la que analizaron lo ocurrido en los últimos 20 años en Estados Unidos,
demostrando que, lejos de impedir la creación de empleo, la subida del
salario mínimo tuvo efectos positivos sobre el consumo y sobre el
conjunto de la economía de aquel país (Minimum Wage Effects Across State
Borders: Estimates Using Contiguous Counties. En el mismo sentido:
Sylvia Allegretto, Arindrajit Dube y Michael Reich Do Minimum Wages
Really Reduce Teen. Employment? Accounting for Heterogeneity and.
Selectivity in State Panel Data).
Otros dos, David Card y Alan
Krueger, comprobaron en otro estudio que en New Jersey, donde el
salario mínimo había aumentado, creció el empleo, y que en Pennsylvania,
donde se había mantenido constante, se redujo (The Effects of Increases
in the Minimum Wage).
Estos últimos autores señalan que lo
más que se podría llegar es a decir que tendría que darse una subida del
10% en el salario mínimo (es decir, 17 veces mayor que la que el Banco
de España critica) para que quizá se produjese una caída del 1% en el
empleo.
Otros muchos estudios han demostrado, con datos de la
realidad de diferentes países en la mano, que las subidas del salario
mínimo, lejos de ser negativas, pueden ser muy positivas para la
economía por diversas razones:
■Disminuyen las rotaciones en el
empleo, y por tanto la temporalidad, lo cual, entre otras cosas, reduce
los costes de formación que tienen que afrontar las empresas porque los
empleados permanecen más tiempo en sus puestos de trabajo.
■Aumentan la oferta de trabajo pues incentivan que se incorporen más personas a la búsqueda de empleo.
■Incrementan la productividad, porque hacen sentirse mejor a los
trabajadores y comprometerse en mayor medida con los resultados de las
empresas.
■Incentivan la innovación porque es sabido que el bajo
coste salarial lleva a las empresas a utilizar el trabajo como una
alternativa a la incorporación de nuevos procesos y tecnologías
novedosas, ya que si hay bajos salarios resultan comparativamente más
caras.
■Mejoran la salud y las condiciones de vida de los trabajadores, de modo que se permiten ahorrar recursos en gasto sanitario.
■Disminuyen la pobreza lo que, además de ser humanamente muy satisfactorio, reduce también los gastos en políticas sociales.
■Aumentan el consumo y la demanda efectiva y de ahí la actividad
económica en general y, por tanto, el empleo. En Estados Unidos, por
ejemplo, se ha calculado que aumentar el salario mínimo en 2,40 $ la
hora de 2012 a 2014 aumentaría el Producto Nacional en 25.115 millones
de dólares y crearía 103.000 empleos (David Cooper, A rising tide for
increasing minimum wage rates).
■Incluso se ha podido comprobar que
los incrementos en el salario mínimo en las empresas que tienen más
abundancia de trabajadores con salario bajo o muy bajo no repercute
apenas en sus costes laborales totales, porque suelen dedicar más
cantidad a los grupos de salarios elevados.
¿Por qué el Banco
de España no tiene en cuenta estas consideraciones cuando habla de
salario mínimo? ¿Por qué no considera que es vergonzoso referirse al
salario mínimo como peligro para el empleo cuando el actual tiene un
poder de compra que es casi un 20% menor que el de 1979? Si ha estado
bajando en términos reales y el desempleo ha aumentado o ha bajado con
independencia de ello, ¿cómo puede decir que aumentará si el salario
mínimo sube ahora una miseria ?
No deseo ni puedo hacer aquí
un análisis exhaustivo de los estudios que se han hecho sobre el impacto
del salario mínimo sobre el empleo en todo el mundo, y ni siquiera en
relación con la economía española. Solo me gustaría señalar que los
resultados son, en cualquier caso, muy dispares, y que de ningún modo se
puede sostener como si fuese una verdad científica que un salario
mínimo más elevado es negativo para el empleo.
Baste señalar
que los estudios realizados en España también demuestran que en nuestra
economía tampoco se puede afirmar taxativamente una conclusión de ese
tipo, como se empeña en hacer creer el Banco de España, oficialmente o a
través de los estudios que publica, siempre con el mismo enfoque. Una
investigación reciente concluía que si el estudio se realiza por
comunidades autónomas “se obtiene un efecto negativo del salario mínimo
sobre el empleo en ocho comunidades (Asturias, Cantabria, Castilla y
León, Baleares, Canarias, Navarra y el País Vasco); en dos (Valencia y
Cataluña) el efecto acumulado continua siendo positivo y significativo, y
en el resto de las regiones los efectos encontrados son
estadísticamente despreciables” (María Inmaculada González Güemes,
Carlos A. Pérez Domínguez, Sergi Jiménez Martín, Los efectos del salario
mínimo sobre el empleo juvenil en España: nueva evidencia con datos de
Panel). En otro más antiguo incluso se puso en evidencia que incrementos
del 1% en el salario mínimo respecto al salario medio del sector
producían aumentos del 0,32% en el empleo en la industria (Antonio
Caparrós y Lucía Navarro, Influencia del salario mínimo en el empleo de
la industria española) o, como se ha mostrado en varios de ellos, que,
si acaso, serían mínimos, tan solo negativos para el empleo juvenil
adolescente, o más bien condicionados por la situación del ciclo o por
otros factores macroeconómicos.
Evitar que aumente el salario
mínimo, y en general todos los salarios, es un error gravísimo y ahora
mucho mayor que en ninguna otra coyuntura. No solo se trata de una
medida injusta porque hace sufrir a los trabajadores más desprotegidos
solo para que se beneficien en mayor medida la población más rica.
Además, es una forma de limitar el beneficio de las empresas productivas
y la creación de empleo. De ahí la oportunidad de propuestas como las
de Thomas Palley (que el Banco de España oculta intencionada e
ilegítimamente) orientadas a garantizar un salario mínimo global,
insisto no solo por razones morales y de justicia sino de pura
supervivencia económica (ver Thomas Palley on a global minimum wage
system).
Artículo publicado en Sistema Digital
Contesta a las siguientes preguntas:
1. ¿ Cuál es el salario mínimo para el 2013 en España? ¿ Cuánto ha crecido desde el 2012 el salario mínimo?
2. ¿ Qué piensa el Banco de España que va a ocurrir con el empleo después de la subida del salario mínimo interprofesional?
3. ¿ Está de acuerdo el escritor del artículo con el Banco de España? ¿ Por qué?
¿ De qué hipótesis hay que partir para demostrar que la subida del salario mínimo destruye empleo?
¿ Por qué puede ser beneficioso subir el salario mínimo?
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