viernes, 18 de enero de 2013

Diferencia entre Economía y ADE

En este enlace al blog de José Sande,profesor de economía de secundaria, podéis leer diferencias entre titulaciones que tienen que ver con temas de empresa y de economía. Yo estudié economía, como ya sabéis, pero sí que tuve formación en empresa. Es cierto que te especializas más y estudias muchas matemáticas, teoría económica (microeconomía y macroeconomía) y economía aplicada ( estructura económica mundial y de España, por ejemplo), pero también me enfrenté a la contabilidad,al marketing, finanzas, empresa.... Está claro que no se profundiza en esos terrenos, pero sí se tocan. http://josesande.com/2012/06/14/diferencia-ade-y-economicas/ También os recomiendo este otro enlace donde se habla de carreras y universidades, es del diario El Mundo, y os puede ser muy útil. http://hosting01.uc3m.es/semanal3/documents/rankingelmundo_2012.pdf

miércoles, 16 de enero de 2013

viernes, 11 de enero de 2013

España supera los 6'1 millones de parados según Eurostat

jueves, 10 de enero de 2013

España supera los 6,1 millones de parados


La tasa de desempleo en la zona del euro aumentó en noviembre una décima respecto al mes anterior y se situó en el 11,8 %, mientras que en el conjunto de la Unión europea se mantuvo estable en el 10,7 %, informó Eurostat, la oficina de estadística comunitaria. Con estos datos, la cifra de parados en la Unión Europea supera los 26 millones de personas de las cuales el 72,2% se encuentran en la zona euro.

El paro alcanzó así un nuevo máximo histórico entre los socios del euro, mientras que en los Veintisiete se mantuvo en la mayor tasa registrada desde que ese indicador se contabiliza a nivel europeo. En España, la tasa de desempleo fue del 26,6%, lo que supone 6,1 millones de personas sin empleo, cuatro décimas más que en octubre, como se aprecia en la gráfica, y constituyó la cifra más alta de los Veintisiete

En la UE había en noviembre unos 26,06 millones de personas desempleadas, de las que 18,8 millones pertenecían a la zona del euro, según las estimaciones de Eurostat. En comparación con octubre, el desempleo aumentó en 154.000 personas en la UE y en 113.000 en los países de la moneda única.

Entre los Estados miembros con datos disponibles, las mayores tasas de paro se registraron en España (26,6%) y Grecia (26%, según cifras de septiembre). Las cifras más bajas se observaron en Austria (4,5%), Luxemburgo (5,1%), Alemania (5,4%) y Holanda (5,6%). Eurostat destaca que tanto en la zona del euro como en la totalidad de la UE, las tasas de paro aumentaron "de manera significativa" en relación con noviembre de 2011, cuando eran del 10,6% y el 10%, respectivamente.

En comparación con noviembre del año precedente, el número de desempleados aumentó en noviembre en 2,012 millones de personas en el conjunto de los Veintisiete, y en 2,015 millones entre los países que comparten la moneda única. Las subidas más marcadas fueron las de Grecia (del 18,9% al 26%, según datos de septiembre de 2011 y el mismo mes de 2012), Chipre (del 9,5% al 14%), España (del 23% al 26,6%) y Portugal (del 14,1% al 16,3%).

Los descensos más significativos se observaron en Estonia (del 12,1% al 9,5% entre octubre de 2011 y el mismo mes de 2012), Letonia (del 15,7% al 14,1% entre los terceros trimestres de 2011 y 2012) y Lituania (del 13,9% al 12,5%). La tasa de paro masculino aumentó en términos interanuales 1,3 puntos y alcanzó el 11,7% en la zona del euro, mientras que en toda la UE creció nueve décimas, hasta el 10,8%. El desempleo femenino, por su parte, subió 9 décimas hasta el 11,8% en la zona euro, y seis décimas en la UE, hasta el 10,7%.

En cuanto al desempleo juvenil (entre los menores de 25 años), la tasa alcanzó en noviembre el 24,4% en los países del euro y el 23,7 % en el conjunto de la UE, tras el 21,6% y el 22,2% registrados respectivamente en el mismo mes de 2011. Grecia fue el Estado miembro con una cifra más alta (57,6% según cifras de septiembre), seguido de España (57,6%), mientras que las tasas más bajas se registraron en Alemania (8,1%), Austria (9%) y Holanda.

Contesta a las siguientes preguntas sobre el texto:

1. ¿ Cuál es la tasa de desempleo en noviembre según Eurostat en la zona euro? ¿ Y en la Unión Europea? ¿ Por qué diferenciamos entre zona euro y Unión Europea?
2. ¿ Qué es Eurostat? ¿ Qué organismos en España presentan información  sobre el número de desempleados que hay en España?
3. ¿ En qué países de la UE se registran las tasas de paro más altas? ¿ En cuáles las más bajas?
4. ¿ Cuál es la tasa de paro masculino y femenino en la zona euro?
¿ Qué países registran mayores tasas de paro juvenil? ¿ Cuál es la tasa de paro juvenil de la zona euro?

El banco malo

Hoy en 2º de Bachillerato, en Economía de la Empresa, me habéis preguntado por el llamado "banco malo". Voy a copiar la entrada del blog de Eduardo Garzón, donde creo que se explica muy bien qué es y cómo va a funcionar. Tened en cuenta que esta entrada es del año 2011.


El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha declarado a la prensa que ve necesaria la creación de un “banco malo” para mejorar la situación del sistema bancario. A pesar de que Mariano Rajoy aún no se ha pronunciado sobre este asunto, la idea de crear un “banco malo” ya venía recogida tímidamente en el programa electoral del Partido Popular, donde aparecía la siguiente frase: “facilitaremos la gestión activa del patrimonio dañado de las entidades financieras que lo precisen”. Además, Ordóñez reconoció que ya ha mantenido “contactos con quienes van a formar el nuevo Gobierno”. Así las cosas, parece más que probable que dentro de no mucho tiempo nos encontremos con un “banco malo” en nuestro país, y se nos repetirá hasta la saciedad que es la mejor solución de entre las posibles para aliviar los problemas del sistema bancario.
Pero, ¿qué es exactamente un “banco malo”? Porque quienes defienden su creación y utilización no suelen esmerarse en explicar su función. Lanzan al aire frases repletas de términos económicos para confundir el mensaje y lo adornan con expresiones esperanzadoras para darle color a un tema muy gris. Cualquier ciudadano medio que escuche las noticias convencionales y las declaraciones de estos defensores del “banco malo”, absorberá la falsa idea de que ésta es la mejor opción y la menos costosa para salir del atolladero en el que los bancos españoles andan inmersos, y por ende, también la economía española.
Para entender qué es un “banco malo” y cómo funciona, primero hay que repasar la actual situación de las entidades bancarias. Uno podría sorprenderse al escuchar que los bancos españoles tienen problemas y a la vez constatar que sus beneficios económicos han sido muy elevados durante estos años de crisis. Concretamente, y según la Asociación Española de Banca (AEB), la banca española obtuvo beneficios de 22.400 millones de euros en 2008,14.943 millones en 2009, y 15.000 millones en 2010. Entonces, ¿cómo es posible que tengan problemas?
La solución es muy sencilla. Los beneficios de una empresa se calculan sobre el papel, sumando todos los ingresos obtenidos y restándole todos los gastos. Pero estas cifras pueden manipularse y maquillarse de formas muy diferentes, de manera que se puede influir en el resultado de las cuentas (normalmente no por mucho tiempo, pues los problemas acaban saliendo a la luz tarde o temprano). Al fin y al cabo, el beneficio de una empresa es una construcción económica realizada por la mano del hombre. Dependiendo de cómo se calculen los beneficios, los resultados serán unos u otros.
El caso de los bancos hoy día es muy llamativo. Estos bancos poseen actualmente una cantidad muy elevada de activos tóxicos. Un activo tóxico es un título que posee el banco y que viene recogido con un determinado valor, pero que en la práctica su valor verdadero es mucho más bajo, o incluso nulo. Un ejemplo de un activo tóxico es un préstamo que otorgó un banco y que no va a poder recuperar debido a la insolvencia de la persona que pidió el préstamo. En las cuentas del banco aparece que el banco recuperará, por ejemplo, los 10.000 euros que prestó, y por lo tanto viene recogido como riqueza que posee (poseerá). Sin embargo, si la persona que pidió el préstamo no puede devolver esa cantidad, el banco posee esos 10.000 euros sólo sobre el papel; porque supone que los recuperará algún día, pero en realidad nunca los va a poder recuperar.
Lo mismo ocurre con las viviendas que poseen los bancos. Ésta vienen recogidas en las cuentas por su valor de tasación; pero si quisieran venderlas, deberían hacerlo a un precio muchísimo menor porque ya nadie está dispuesto a pagar tanto como en los años de la burbuja inmobiliaria. Imaginemos que el valor de tasación de una vivienda en propiedad de un banco es de 100.000 euros. Ésa será la cantidad que anota el banco en su balance. Pero nadie está dispuesto a comprar la vivienda a ese precio. Supongamos que sólo estarían dispuestos a comprársela por 70.000 euros. Si la transacción se realizase, el banco tendría que asumir pérdidas por valor de 30.000 euros (70.000 € – 100.000 €).
Eso sí, mientras el banco no venda el piso, nunca anotará las pérdidas; porque por el momento, el piso es suyo y lo valora a un precio artificialmente elevado.
Según algunos cálculos, la banca española aún tiene que realizar saneamientos por valor de 60.000 millones de euros ligados a la burbuja inmobiliaria.  Pero esto es sólo una parte del total de activos tóxicos que mantiene la banca española. El total es muy difícil de conocer, pero los cálculos oscilan entre 100.000 y 200.000 millones de euros.
Por eso sobre el papel los bancos parecen ir viento en popa. Porque todavía no han reconocido las pérdidas que deberían reconocer. Si las reconocieran, su situación sería muy diferente.
Así las cosas, el “banco malo” sería una entidad pública que con dinero público compraría esos activos tóxicos. El precio al que debería comprar los activos puede diferir:
  • El “banco malo” podría comprar los activos tóxicos a sus precios de libro (al valor artificial), y por lo tanto, los bancos nunca anotarían pérdidas, sino que las pérdidas serían para las finanzas públicas. En la práctica el Estado estaría pagando todos los platos rotos de los bancos. Con una enorme cantidad de dinero público se estaría aliviando la mala situación de los bancos
  • El “banco malo” también podría comprar esos activos tóxicos a sus precios de mercado, y entonces los bancos tendrían que reconocer sus pérdidas. El Estado pagaría, pero menos cantidad que en el anterior caso. Los bancos reconocerían pérdidas pero a cambio de ello mejorarían su imagen y se ganarían la confianza de otros organismos financieros internacionales, con lo que mejorarían su actuación en el mercado. Se argumenta que de esta manera los bancos tendrían más facilidad de crédito y por lo tanto podrían conceder más préstamos a familias y empresas.
Entre una y otra opción, existe un amplio abanico de posibilidades, en las que el Estado podría pagar más o menos el dinero que necesitan los bancos para mejorar sus balances, y los bancos podrían reconocer más o menos pérdidas. Sea como fuere, cualquier opción que se escoja no deja de ser otra ayuda a los bancos por parte del Estado, y en definitiva, por parte de todos los contribuyentes.

El salario mínimo y su efecto sobre el desempleo.


8 enero 2013 | Categorías: Nacional, Opinión | |

Juan Torres – Consejo Científico de ATTAC España

Un artículo que acaba de aparecer en el Boletín Económico del Banco de España (Una estimación del impacto de las variaciones del salario mínimo sobre el empleo) ha sido rápidamente utilizado por los medios de comunicación para criticar y combatir cualquier subida del salario mínimo español. Justo cuando el Gobierno se disponía a aumentarlo un 0,6%, aparece el artículo y se utiliza para hacer ver que el Banco de España se opone a la medida por sus efectos muy negativos. TVE decía en su página web “El Banco de España: la subida del salario mínimo puede destruir empleo entre jóvenes y mujeres” y la agencia Europa Press lo difundía más o menos igual: “El Banco de España avisa de que el incremento del SMI puede acarrear mayor destrucción de empleo”.


Se trata de otro engaño más a los españoles del Banco de España. Se torturan los datos convenientemente para poder llegar a la conclusión que casa con los principios ideológicos de partida y se termina proponiendo justamente lo que conviene a los grandes poderes económicos y financieros. En este caso, el mantenimiento del salario mínimo en un nivel que hace dos años fue considerado por el Consejo de Europa como “injusto e insuficiente”.

Incluso el sentido común más elemental ya permite poner en cuestión la afirmación del Banco. ¿Cómo se puede creer que una subida del 0,6% pueda ser determinante del empleo que lleven a cabo las empresas en un país con más de cinco millones de desempleados y en donde el salario mínimo es de 645,30 euros mensuales, uno de los más bajos de Europa? ¿No será más bien al revés, que los salarios tan bajos son los que generan demanda interna insuficiente para la inmensa mayoría de las empresas españolas? ¿Es solo una casualidad insignificante para el Banco de España que uno de los países con salarios más bajos y el único de la OCDE en donde han bajado en términos reales sea el que tiene más paro?

El sectarismo ideológico que motiva los pronunciamientos neoliberales del Banco de España y de la mayoría de los economistas que trabajan allí les impide comprobar que el efecto de los salarios mínimos en la teoría económica es una de las cuestiones más controvertidas y que no se puede mantener como inequívocamente cierto que su subida tenga un efecto negativo en el empleo, tal y como se quiere trasladar a la opinión pública. Es más, hay quizá mayores evidencias de todo lo contrario.

Para poder demostrar que el salario mínimo más elevado supone en cualquier caso una rémora para crear empleo hay que adoptar una hipótesis de partida que es completamente irrealista: que los mercados funcionan como si fuesen de competencia perfecta (en realidad, incluso así se puede refutar esas conclusión, pero no puedo entrar en este texto breve sobre este asunto más complicado). Fuera de esa irreal condición, el efecto de salarios mínimos más elevados es muy dudoso, e incluso puede ser considerado como positivo para el empleo en muchas condiciones, y en mayor medida en situaciones de recesión como la actual.

En 2007, 650 prestigiosos economistas estadounidenses, entre ellos cinco Premios Nobel, firmaron un documento reclamando subidas del salario mínimo, defendiendo que eso apenas tendría efectos negativos sobre el empleo y que, por el contrario, permitiría aumentar el bienestar de los trabajadores con bajo salario. (Hundreds of Economists Say Raise the Minimum Wage).

Los profesores Andrajit Dube, T. William y Michael Reich publicaron en 2010 los resultados de una investigación en la que analizaron lo ocurrido en los últimos 20 años en Estados Unidos, demostrando que, lejos de impedir la creación de empleo, la subida del salario mínimo tuvo efectos positivos sobre el consumo y sobre el conjunto de la economía de aquel país (Minimum Wage Effects Across State Borders: Estimates Using Contiguous Counties. En el mismo sentido: Sylvia Allegretto, Arindrajit Dube y Michael Reich Do Minimum Wages Really Reduce Teen. Employment? Accounting for Heterogeneity and. Selectivity in State Panel Data).

Otros dos, David Card y Alan Krueger, comprobaron en otro estudio que en New Jersey, donde el salario mínimo había aumentado, creció el empleo, y que en Pennsylvania, donde se había mantenido constante, se redujo (The Effects of Increases in the Minimum Wage).

Estos últimos autores señalan que lo más que se podría llegar es a decir que tendría que darse una subida del 10% en el salario mínimo (es decir, 17 veces mayor que la que el Banco de España critica) para que quizá se produjese una caída del 1% en el empleo.

Otros muchos estudios han demostrado, con datos de la realidad de diferentes países en la mano, que las subidas del salario mínimo, lejos de ser negativas, pueden ser muy positivas para la economía por diversas razones:
■Disminuyen las rotaciones en el empleo, y por tanto la temporalidad, lo cual, entre otras cosas, reduce los costes de formación que tienen que afrontar las empresas porque los empleados permanecen más tiempo en sus puestos de trabajo.
■Aumentan la oferta de trabajo pues incentivan que se incorporen más personas a la búsqueda de empleo.
■Incrementan la productividad, porque hacen sentirse mejor a los trabajadores y comprometerse en mayor medida con los resultados de las empresas.
■Incentivan la innovación porque es sabido que el bajo coste salarial lleva a las empresas a utilizar el trabajo como una alternativa a la incorporación de nuevos procesos y tecnologías novedosas, ya que si hay bajos salarios resultan comparativamente más caras.
■Mejoran la salud y las condiciones de vida de los trabajadores, de modo que se permiten ahorrar recursos en gasto sanitario.
■Disminuyen la pobreza lo que, además de ser humanamente muy satisfactorio, reduce también los gastos en políticas sociales.
■Aumentan el consumo y la demanda efectiva y de ahí la actividad económica en general y, por tanto, el empleo. En Estados Unidos, por ejemplo, se ha calculado que aumentar el salario mínimo en 2,40 $ la hora de 2012 a 2014 aumentaría el Producto Nacional en 25.115 millones de dólares y crearía 103.000 empleos (David Cooper, A rising tide for increasing minimum wage rates).
■Incluso se ha podido comprobar que los incrementos en el salario mínimo en las empresas que tienen más abundancia de trabajadores con salario bajo o muy bajo no repercute apenas en sus costes laborales totales, porque suelen dedicar más cantidad a los grupos de salarios elevados.

¿Por qué el Banco de España no tiene en cuenta estas consideraciones cuando habla de salario mínimo? ¿Por qué no considera que es vergonzoso referirse al salario mínimo como peligro para el empleo cuando el actual tiene un poder de compra que es casi un 20% menor que el de 1979? Si ha estado bajando en términos reales y el desempleo ha aumentado o ha bajado con independencia de ello, ¿cómo puede decir que aumentará si el salario mínimo sube ahora una miseria ?

No deseo ni puedo hacer aquí un análisis exhaustivo de los estudios que se han hecho sobre el impacto del salario mínimo sobre el empleo en todo el mundo, y ni siquiera en relación con la economía española. Solo me gustaría señalar que los resultados son, en cualquier caso, muy dispares, y que de ningún modo se puede sostener como si fuese una verdad científica que un salario mínimo más elevado es negativo para el empleo.

Baste señalar que los estudios realizados en España también demuestran que en nuestra economía tampoco se puede afirmar taxativamente una conclusión de ese tipo, como se empeña en hacer creer el Banco de España, oficialmente o a través de los estudios que publica, siempre con el mismo enfoque. Una investigación reciente concluía que si el estudio se realiza por comunidades autónomas “se obtiene un efecto negativo del salario mínimo sobre el empleo en ocho comunidades (Asturias, Cantabria, Castilla y León, Baleares, Canarias, Navarra y el País Vasco); en dos (Valencia y Cataluña) el efecto acumulado continua siendo positivo y significativo, y en el resto de las regiones los efectos encontrados son estadísticamente despreciables” (María Inmaculada González Güemes, Carlos A. Pérez Domínguez, Sergi Jiménez Martín, Los efectos del salario mínimo sobre el empleo juvenil en España: nueva evidencia con datos de Panel). En otro más antiguo incluso se puso en evidencia que incrementos del 1% en el salario mínimo respecto al salario medio del sector producían aumentos del 0,32% en el empleo en la industria (Antonio Caparrós y Lucía Navarro, Influencia del salario mínimo en el empleo de la industria española) o, como se ha mostrado en varios de ellos, que, si acaso, serían mínimos, tan solo negativos para el empleo juvenil adolescente, o más bien condicionados por la situación del ciclo o por otros factores macroeconómicos.

Evitar que aumente el salario mínimo, y en general todos los salarios, es un error gravísimo y ahora mucho mayor que en ninguna otra coyuntura. No solo se trata de una medida injusta porque hace sufrir a los trabajadores más desprotegidos solo para que se beneficien en mayor medida la población más rica. Además, es una forma de limitar el beneficio de las empresas productivas y la creación de empleo. De ahí la oportunidad de propuestas como las de Thomas Palley (que el Banco de España oculta intencionada e ilegítimamente) orientadas a garantizar un salario mínimo global, insisto no solo por razones morales y de justicia sino de pura supervivencia económica (ver Thomas Palley on a global minimum wage system).

 
Artículo public
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Contesta a las siguientes preguntas:
1. ¿ Cuál es el salario mínimo para el 2013 en España? ¿ Cuánto ha crecido desde el 2012 el salario mínimo?
2. ¿ Qué piensa el Banco de España que va a ocurrir con el empleo después de la subida del salario mínimo interprofesional?
3. ¿ Está de acuerdo el escritor del artículo con el Banco de España? ¿ Por qué?
¿ De qué hipótesis hay que partir para demostrar que la subida del salario mínimo destruye empleo?
¿ Por qué puede ser beneficioso subir el salario mínimo?
 

La Comisión Nacional de la Competencia

En esta noticia del diario EL PAÍS podéis encontrar referencias a la actuación de la Comisión Nacional de la Competencia.
http://economia.elpais.com/economia/2013/01/09/actualidad/1357735920_595389.html
En este otro enlace, otra noticia del mismo periódico sobre una multa a Teléfonica por tratar de impedir la competencia en un mercado.
http://economia.elpais.com/economia/2013/01/10/actualidad/1357814249_797134.html
Y otra noticia sobre cómo una compra de una empresa por parte de otra puede afectar y perjudicar a la libre competencia.
http://economia.elpais.com/economia/2013/01/09/actualidad/1357750799_166690.html